domingo, 31 de marzo de 2013

Camino de Santiago Día 6 ¡¡SANTIAGO!!

Esta vez si, último día. Solo tenemos 19kms por delante y no me imagino que nos podría pasar para no llegar.

Salimos los últimos del albergue para no perder nuestras costumbres y fuera sigue lloviendo. La lluvia y nosotros uña y carne. Nos desayunamos unas barritas con unos trozos de chocolate blanco para empezar el día de dulce y nos preparamos para salir. Al pasar por la cocina veo que esta todo sucio de anoche, la gente no limpió lo que usó lo cual me parece fatal. Parte del buen rollo que tanto me ha gustado es que todo el mundo colabora y comparte y no mola dejar todo sucio para que tenga que encargarse la señora del albergue o que el próximo que llegue se lo encuentre sucio.

Cargamos las bicis por última vez y nos ponemos en marcha. Una vez que salimos del pueblo cogemos de nuevo caminos de barro. Las piernas van fatal y el principio es subida, pero todo el mundo que nos ve pasar y nos anima mogollón por lo que yo no se si subo por lo que me motiva escucharles o porque me da vergüenza pararme en mitad de la cuesta delante suya.

Cuando llevamos un par de kilómetros parece que las rodillas van mejor pero poco más adelante a mi me da un pinchazo en la parte interna de la rótula que duele mucho y al poco otro. Me quedo unos metros por detrás para que Javi no me vea quejarme. Se me pasa de todo por la cabeza, no se si me esta avisando mi cuerpo o que pasa, lo único que quiero pensar es que pienso seguir pedaleando como sea. Javi lleva todo el viaje con las rodillas mal y aguantando como un campeón así que yo no puedo ni quejarme de este dolor. A apretar dientes y ya se pasará.

Antes de terminar quiero hablaros un poco de Javi. Por Madrid no nos vemos mucho, últimamente mucho más por esto de salir con la bici pero no nos conocíamos en convivencia. Siempre me ha parecido muy buen chaval y por eso no me importó hacerlo con él porque imaginé que nos llevaríamos bien y la verdad que me ha sorprendido. Ha sido un compañero de viaje perfecto y no hemos tenido ningún roce. Mis próximos compañeros de viaje se van a encontrar con el listón alto. Gracias por formar parte de esta aventura Javi ;)

Seguimos con nuestra subida y alguna nos hacemos a pie para dar descanso a las rodillas. Luego empieza la bajada y un llaneo bastante cómodo. Paramos para hacernos unas fotos y charlamos con otro bicigrino italiano y un grupito de cuatro peregrinos. Si todos los días la gente con la que hablamos está alegre, el día que sabes que llegas no hay forma de quitarnos la sonrisa.

Llegamos a Santiago a las 11:00 aprox y tras callejear un poco por las calles céntricas llenas de gente llegamos a la plaza de la catedral. Tiene escaleras por lo que bajamos andando con las bicis. Yo no se que cara llevaríamos pero una señora argentina nos hizo unas fotos sin que nos diéramos cuenta y nos pidió el mail para mandárnoslas, ya las subiré.

La sensación al entrar en la plaza es curiosa. Hay mucha gente pero yo sólo veo la plaza y otros grupos de peregrinos que han llegado antes o que llegan a la vez. Andamos hacia el centro de la plaza, al punto donde habitualmente se hacen las fotos, vamos los dos callados y disfrutando de las sensaciones que tenemos. En un momento nos veo a los dos reteniendo las lágrimas. Se te junta la alegría e ilusión de haber terminado con la pena de que no haya durado más y los buenos recuerdos que te vienen. Una sensación que, la verdad, no se como describiros.

Nos hacemos nuestras foto levantando las bici y entremos a la catedral coincidiendo con la Misa del Peregrino. Es curioso ver en una misa en una catedral gente vestida de deporte y hechos unos zorros!!


El Camino termina aquí (previo homenaje culinario). Ya sólo queda el viaje de vuelta en bus a Palencia esta noche y de ahí coche a Madrid de madrugada.




Terminamos 6 días no solo de bici, sino también de paisajes, de risas y pensamientos, de mucha agua y algo de dolor junto con muy buena gente. Por mucho que escriba siempre me dejo cosas y sobretodo me quedo con la sensación de que no soy capaz de transmitir las sensaciones y lo mucho que he disfrutado. 

Para cerrar os diré que el Camino puede hacerlo todo el mundo, no hay excusa para no hacerlo, ya sea a pie o andando y que personalmente os lo recomiendo a todos porque creo que es una experiencia sobre todo. Nosotros terminamos sin averías ni lesiones. Muy mojados y con las rodillas un poco hinchadas, además del lógico cansancio muscular. Si en algún momento te ha parecido duro es porque no lo has hecho y, en ese caso, te lo estás perdiendo!!

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Puedes verlo también en www.porquesiquierespuedes.es y en @PorqueSiQuieres

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