viernes, 29 de marzo de 2013

Camino de Santiago Día 5 Las bicis también sufren

Noche corta. Nos levantamos con menos horas de sueño pero una buena cháchara. Como podemos salir a la hora que queramos y es nuestra última etapa (97kms) nos lo tomamos con calma. Hoy el desayuno es un bocata de pan gallego y chocolate negro con almendras. Se me hace la boca agua sólo de escribirlo.

Ninguno de los dos somos ases de la mecánica, pero nos ponemos a tocar los frenos de Javi y al final conseguimos ajustarlos un poquillo ya que tras la primera subida nos toca otra bajada y no queremos un castañazo inesperado. Hasta ahora quitando mis pequeñas caídas en parado no hemos tenido incidentes. Con la mecánica lo mismo, aunqu se me olvido escribir que ayer justo después de retomar la marcha después de la bajada, mi freno trasero no hacia nada y lo miramos y se había soltado el tornillo que fija la pinza al cuadro. Suerte que no fue durante la bajada porque a saber donde habría terminado.

Toca subir a tope y, al principio, a Javi le duelen las rodillas y a mi me cuesta entrar en calor, pero ya sabemos que eso son solo los primeros 20min yhasta que los cuerpos se activan. Hay una subida de 300m muy empinado con unos árboles muy chulos. Hay que elegir entre ver los árboles y quedarte parado o apretar los dientes, mirar al suelo y pedalear como si no hubiera mañana. Después la subida es más cómoda, sobre todo comparado con los días anteriores.

Después empieza la bajada, tengo que escribir que por camino pero si dijera río no mentiría. De hecho mirad la foto de lo que paso atravesando uno de los muchos charcos que había en mitad del camino

Yo intenté meterme por el lateral y casi me caigo a una laguna que había a la derecha por lo que al final toco bajarse y atravesar la piscina, eso si como si no nos estuviéramos mojando. Nuestro cuerpo ya no se quejaba de pies mojados ni nada de eso.

Llegamos bien hasta Palas del Rei y ya empezó nuestra parte de "rompepiernas" de la jornada bajadas y subidas constantes. Javi iba sufriendo mucho con las rodillas y poco a poco fuimos viendo que no íbamos a llegar a Santiago como previsto. A eso hay que sumarle que las bicis empezaron a levantar la voz.

Primero en uno de los múltiples botes o saltos que dábamos en las bajadas la rueda trasera de Javi reventó y tocó cambiarle en mitad del bosque bajo nuestra ya más que amiga lluvia y más adelante nos pasó una de estas cosas que puedes pensar que son casualidad o no.

Todos los días hemos atado y desatado las alforjas varias veces y en ningún momento hemos tenido ningún problema con los pulpos que las atan a la bici. En una de las muchas bajadas que hacíamos en esta parte de rompepiernas, (yo siempre iba detrás en las bajadas y delante en las subidas y al empezar a bajar le recordaba a Javi que no se lanzara de golpe y que fuera reteniendo ya que sus frenos no estaban para muchos sustos) vi como Javi cogía velocidad y sacaba los pies de los pedales para intentar frenar, se había quedado sin frenos en plena bajada!Trazó bien la primera curva pero llegó una recta donde se embaló más aún y se iba recto en la siguiente curva. Yo desde atrás vi venir el castañazo pero de repente la rueda de atrás se bloqueo y con un derrape salvó la caída. Miramos a ver porque se había bloqueado y vimos que uno de los pulpos al soltarse se había enganchado en el eje bloqueándolo cuando llegó a su máximo de tensión. Casualidad o no fue el único pulpo que se nos ha soltado en el viaje y justo en el momento en el que íbamos a tener un accidente que podría haber sido grave...Yo digo Meigas!!

Volvimos a comer en un super y comprobamos la delgada línea que hay entre el peregrinaje y la mendicidad, esa delgada línea concrétamente es la puerta del super, que unos estamos por dentro y otros por fuera!jeje. Aquí os dejo unas fotos de nuestro nutritivo menú de mediodía. Supo a gloria!


A media tarde Javi tuvo un momento de bajón y quiso terminar la etapa a 35km de Santiago por su dolor de rodillas. Yo tenía miedo de que mañana las rodillas estuvieran peor y no pudiéramos hacer esos 35kms restantes y tuviéramos que retirarnos tan cerca del final por lo que le animé (casi presioné) para seguir algo más. Javi ha sido una bestia aguantando el dolor desde el primer día. Al poco no podía más y sólo pedaleaba con una pierna por lo que lo últimos 10kms le fuí empujando yo desde mi bici para así llegar y hacer noche a 20kms de Santiago, asegurándonos llegar al día siguiente aunque fuera andando.

Llegamos aun albergue grande donde la noche estuvo movida. Había tres grandes grupos de cachondeo en el comedor y, aunque estábamos jodidos de las rodillas los dos, estuvimos en el salón cantando y bebiendo con ellos. Se nota que llevaban poco caminando y que les quedaba poco. Era un grupo de chavalitos de Leganés que llevaban la voz cantante, unos Erasmus y un grupo de amigotes cuarentones que estaban de cumpleaños. Nos tomamos un par de litronas y unos chupitos con ellos y a dormir para terminar mañana como sea, en bici, andando o arrastras!


Estamos hechos mierda pero no nos veréis con otra cara que no sea de felicidad!


P.D: si te está gustando compártelo en Facebook, que me hace ilusión!

Puedes verlo también en www.porquesiquierespuedes.es y en @PorqueSiQuieres

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