viernes, 11 de julio de 2014

MiPrimerUltraTrail: Finisher!! Tan duro como espectacular!

(Twitter: @CendreroNieto Instagram: CendreroNieto Endomondo: Alberto Cendrero Nieto)

Bueno amigos, muchas cosas nuevas en este día. Carrera por equipos, 100kms, con coche de apoyo, con parte nocturna...y condicionada por muchas cosas.

Os pongo en situación:

Si para el Ironman estaba todo el entrenamiento y la preparación diseñada para estar a punto el día D, con esta no ha sido igual. Al no tener claro si ibamos a participar o no, el entrenamiento no ha sido el debido, lo que lógicamente ha repercutido tanto en el estado de forma cómo en el físico (unos kilitos de más). A lo que le sumamos 5h de sueño durante los cinco días previos por estar de campamento y un viaje express desde Murcia específico para la carrera y volver pero, ¿quién dijo miedo?

Lo primero presentaros la carrera, y para ellos os cito la web oficial "Oxfam Intermón Trailwalker es el mayor desafío deportivo del mundo por equipos para luchar contra la pobreza. El desafío consiste en que equipos de cuatro personas recorran a pie 100 km en un máximo de 32 horas. Los miembros del equipo deben empezar, caminar y finalizar juntos.
¿El objetivo? Luchar contra la pobreza y la injusticia en el mundo. Por eso los equipos se comprometen a conseguir donativos, que Oxfam Intermón destinamos a más de 400 proyectos de cooperación, acción humanitaria, comercio justo y sensibilización, en 50 países."


Y sigo con mi experiencia. La noche anterior dejo todo el material preparado. Por suerte el lunes tuvimos una reunión con el equipo y me enteré de que había que llevar bastante material cuando yo contaba con ir con las zapas, pantalones, camisetas y poco mas. Al ser tanta distancia y tantas horas hay que preparar mudas, bastones para las subidas (en mi caso cortesía del equipo Where Is The Limit? ) frontal para la noche, comida (tortillacas de mi madre), isotónicos y recuperadores...

Me levantó a las 5 y ducha de agua fría para activar el cuerpo y un buen desayuno a base de arroz y atún. Repaso el material y despierto a mi pobre hermano para que me acerque a Villaverde donde he quedado con Alex y Rober. Allí nos juntamos a eso de las 6:30 y salimos hacia Rascafría donde nos juntaremos con el resto del equipo; Paco, Roberto y Javier. Alex, Paco, Roberto G.Moreira y yo seremos los encargados de completar los 100kms y Rober y Javi los encargados de ayudarnos todo lo que puedan desde el coche de apoyo.

Tras ultimar los preparativos de dorsales, chips, camisetas y demás nos dirigimos a la línea de salida, que tendrá lugar con media hora de retraso. Desde que me he vestido tengo una sensación  de incomodidad, y pese a haberme embadurnado con vaselina, decido quitarme los calzoncillos por miedo a las rozaduras. Con el paso del tiempo y los kilómetros creo que fue un gran acierto ya que hubiera sido una tortura.

Roberto y yo hemos decidido tirar sin mochila(CamelBag o bolsa de agua) en un principio, ya que el primer avituallamiento es en el km.12,5 y no debería hacernos falta nada. Alex y Paco si la llevan ya que tienen mas costumbre y se sienten cómodos.

Empezamos corriendo a un ritmo de trote cómodo. Durante el primer kilómetro muchos aplausos del público que nos acompaña en el comienzo de este reto. Aprovechamos para coger ritmo y conocernos ya que entre Alex, Paco y yo nos conocemos de un par de días y a Roberto será el primer día que le veamos. Parece que nos vamos a llevar bien, somos todos gente maja y abierta. Aún corriendo a un ritmo cómodo, vamos adelantando gente y llegamos al primer punto de control en 4ª posición, lo que sin darnos cuenta nos afecta psicológicamente.

Nuestra intención siempre había sido hacer esta carrera a un ritmo cómodo que nos permitiera llegar al final con garantías y sin excesivo sufrimiento (pensar que vas a recorrer 100kms con 1700m de desnivel sin sufrir es de ilusos), pero en mi mente al vernos cuartos y sintiéndome cómodo cambió el chip. Empecé a pensar, sin darme cuenta, que podíamos hacer un buen resultado y para mis adentros pensaba que si veía a los terceros a tiro iba a intentar hacer el esfuerzo con mi equipo. Era un pensamiento involuntario y, seguramente, irreal.

Roberto estaba un escalón por encima de los demás, por lo que iba tirando. Yo le seguía cómodamente y Paco y Alex les costaba algo más. No sé si fue el subidón de vernos cuartos o que, pero alrededor del kilómetro 15 nos saltamos un giro a la derecha y seguimos rectos. No nos daríamos cuenta hasta 2kms más adelante(y gracias a que nos encontramos un riachuelo y un terreno impracticable), teniendo que volver sobre nuestros pasos con la consiguiente pérdida de tiempo y de posiciones. Fue un duro golpe moral.

El vernos cuartos nos había dado alas y este fallo nos las había cortado. El ritmo que hasta entonces había sido cómodo empezó a hacer mella en las piernas de Alex, Roberto me dijo que por su situación personal no podía permitirse tardar más de 15h en completar la prueba. Se generó una tensión en el grupo que no fue buena para el buen funcionamiento, aunque ni por esas se perdió el buen rollo.

Llegamos al km.25 e hicimos un avituallamiento largo, comiendo y bebiendo lo que estimamos oportuno. Roberto nos dijo que él a este ritmo no podía quedarse hasta el final. Se informó de si podíamos terminar sólo los 3 sin que nos descalificaran y una vez confirmado esto el tiró para adelante a un ritmo más fuerte. Siguió avanzando hasta que le dijeron que si iba sólo no podía seguir en la carrera.

Alex, Paco y yo bajamos el pistón y redujimos espectativas. La clasificación volvía a no importar y el tiempo que tardáramos casi que tampoco, aunque yo seguía viendo factible bajar de las 15h. Después de este avituallamiento empezaba la parte más complicada del recorrido, la subida de Morcuera con 600m de desnivel. Hubo que cargar bien de bebida y comida además de estrenar los bastones. En el tramo anterior yo había llevado la mochila de Alex pero en este se me hacía necesario llevar mi mochila con mi bebida para mantener los niveles de hidratación, ya que empezaba a apretar el sol y al ser las tres de la tarde, con el sol en vertical poca sombra ibamos a encontrar.

Y así fue. Poca sombra encontraríamos durante la subida. Empezamos con los bastones, por primera vez en mi vida. Me cuesta poco adaptar el ritmo de apoyo de los bastones al de mi zancada, aunque no lo hayas entrenado es algo que te sale prácticamente de forma natural. Y la mochila que también es novedad. Esperemos no pagar tanta innovación en un día de carrera, ya que no se debe nunca estrenar o probar cosas por primera vez el día de una prueba, pero esta vez no ha quedado más narices.

Adoptamos un ritmo de marcha rápido pero fácil de mantener. Este será nuestro ritmo durante los 15kms de subida. Pasamos al lado de una preciosas piscinas naturales y nos contenemos de pegarnos un chapuzón. No habría estado de mas. La subida se hace dura tanto por la inclinación como por el calor. El sol que nos había respetado hasta ahora nos pega directamente sin encontrar ninguna nube a su paso que se lo impida.

Noto que me estoy quedando seco. A veces siento que se me seca la garganta y que necesito toser pero no puedo. Así es como mi cuerpo me indica que estoy deshidratándome. Empiezo a beber todo lo que puedo ya que una vez que empieza la deshidratación es muy difícil que el cuerpo vuelta a estar compensado. Rezo por que haya fuentes o rios. Lo primero que encontramos es un rio y bebo mucha agua, me da igual que esta noche tenga cagalera pero ahora mismo lo necesito, y refrescarme metiendo la cabeza en el agua también. Me sabe riquísima y empaparme calma mogollón mi cuerpo. Me siento bien y cómodo para seguir tirando, aunque al poco tiempo volveré a tener la misma sensación y por suerte esta vez será un chorro lo que encontraremos para refrescarnos.

Psicológicamente nos estamos recuperando. Nos acercamos a la mitad de la distancia y Paco sigue cómodo en su ritmo y Alex se está recuperando, ya no tiene esas molestias musculares del principio. Con lo poco que he ido conociéndole, esas molestias se le han generado por estrés, del cual los músculos se resienten mucho. Sentía que estaba ralentizando al grupo y eso le agobiaba, a medida que avanzamos vereis que está al mismo nivel que Paco y yo. Ya no teníamos ninguna presión, yo si me ponía retos en función de la clasificación y del tiempo pero intentaba no decir nada, ya que a mi me gustan ese tipo de motivaciones pero creía que para el equipo no era bueno.

Aún así en el avituallamiento del refugio de Morcuera nos dicen que vamos 21º, lo cual no está nada mal. Hacemos una parada larga comiendo y charlando. Está Rober que ya se ha hecho amigo de unas chicas que son el apoyo de otro equipo. Mucho mérito tiene también lo de Rober, pegarse un madrugón y tirarse un montón de horas con el coche en la sierra para vernos un rato cada varias horas para ayudarnos en todo lo que puede ya sea preparándonos material, bebidas isotónicas o comida. El mismo mérito que tiene Javi, que estuvo a primera hora, se fue a una boda y volvió con su mujer para encargarse de apoyarnos hasta que completamos el recorrido.

Partimos con el estómago lleno y hablando de si vamos en ritmo de bajar de las 15h a nuestro paso por meta. Yo decía que si, Alex y Paco que no teníamos prisa. La intención era avanzar lo máximo posible aprovechando la luz del día ya que por la noche imaginábamos que sería mas complicado mantener el ritmo.

Ibamos coincidiendo siempre con los mismos tres equipos, ellos solían adelantarnos en las subidas ya que su ritmo de marcha era superior al nuestro y nosotros les adelantábamos en las bajadas o llaneos con nuestro trote. El ambiente era muy bueno y cada vez que nos pasábamos nos dábamos ánimo los unos a los otros, con uno de ellos dijimos de entrar juntos en meta. Eran equipo de aficionados al running, coincidencia que dos de ellos estaban formados por vascos, los bautizamos a unos cómo "los azules" otro como "los rojos" por los colores de su indumentaria y a otros como "los de la bilbaina" por tener una chica de Bilbao que era la más extrovertida, momento bonito cuando vimos a sus padres y estos le gritaban "Aupa!!". Con este equipo fue con el que dijimos de entrar juntos en meta, pero en uno de los avituallamientos nos perdimos la pista y no fue posible. Una pena porque nos hubiera gustado vernos en la meta y tomarnos une merecida cerveza!!.

En el km.60 había fisios, yo no iba muy sufrido pero pensé que seguramente no me vendría mal de cara lo que quedaba por delante. Las plantas de los pies estaban siendo el mayor problema de mis compañeros así que yo pedí que por favor me los descargaran un poco. Los fisios eran en su mayoría estudiantes de fisioterapia, me tocaron dos chicas muy agradabes así cómo las de la camilla de al lado, por lo que casi me relajo más las risas que Paco y yo nos echamos con ellas que el masaje en sí. Como curiosidad me dijeron que tenía muy bien los pies, que se notaba que me los cuidaba, nada más lejos de la realidad ya que no soy yo muy fan de los pies!jeje

Comí naranja y media (que ricas estaban y que bien sentaban!me comería por lo menos una docena a lo largo del día) y probé una ensalada de estas preparadas de Isabel. Agradezco la intención pero sinceramente estaba malísima! jeje, me comí un par de tenedores y lo dejé y aun así me acordé más adelante cada vez que me volvía el sabor a la boca. De nuevo Rober nos ayudó todo lo que pudo, Alex se cambió por enésima vez de modelito (era nuestra Juncal Rivero de Noche de Fiesta,jeje) y seguimos en marcha.

A partir de aquí ya sabíamos que terminaríamos pero no cómo ni cuando. En el deporte habitual ya sea fútbol, tenis, natación, MTB, etc... estamos acostumbrados a sentirnos cansados, pero en estas carreras de ultrarresistencia se llega a un paso más, que voy a llamar agotamiento. Cuando estás cansado tienes que hacer un esfuerzo por seguir avanzando, cuando estás agotado tu único esfuerzo es no pararte, tu cuerpo sigue avanzando prácticamente por inercia y sólo debes centrarte en mantenerte motivado y que tu cabeza no diga basta, esa debe ser tu única preocupación ya que tu cuerpo puedes dominarlo y obligarlo, pero como la cabeza te gane la batalla estas perdido.

Mi cabeza me decía que aún era posible llegar antes de las 16h, pero una vez más este pensamiento estaba condicionado por mi ignorancia debido a la falta de experiencia. Seguíamos con nuestro ritmo de trote cansinejo pero continuo en los llanos y bajadas y la marcha en cuanto el camino de empinaba, por lo que mis cálculos eran que de seguir a ese ritmo, entre las 12 y la una de la madrugada estaríamos cruzando la meta. No sería así.

No había contado yo con la puesta del sol. Nos obligamos a seguir con este ritmo hasta pasadas las 21h, momento en que dedicimos colocarnos los frontales y activar su luz. Aún quedaba algo de claridad pero no tenía sentido forzar la vista por retrasar unos minutos el uso de estos aparatos. Poco antes habíamos recorrido un tramo en el seguíamos la via en desuso del tren. A lo lejos veíamos un bonito puente que cruzaba un río a una altura importante. Dejo de parecernos tan bonito a medida que nos acercábamos, ya que hubo que cruzarlos por la zona central que estaba llena de piedras que castigaban nuestras sufridas plantas de los pies. A la mitad decidimos pasarnos al lateral del puente y luchar con la sensación de vertigo pero dándole un descanso a los pies.

Llegamos al km.80 con la noche ya caida por completo. Ahí Javi y su mujer le dieron el relevo a Roberto como coche de apoyo. Había refrescado pero no excesivamente para mi gusto. Al ver a mis compañeros abrigarse yo me puse la camiseta de manga larga también, no recorrería ni un kilómetro sin tener que quitármela por el calor. Finalmente hice toda la carrera en manga corta.

En este avituallamiento pasé mi peor momento. Tuve unos minutos de pensar que estaba ya hasta las narices de la carrera y de sentirme cansado y con hambre. Nos tomamos unas naranjas y un caldo que sentó muy bien, pero aún así yo no me sentía a gusto. Opté por quedarme unos minutos solo para resetear la mente y ponerme en modo optimista, que creo que es la clave de todo,y no sólo en el deporte si no en la vida en general. Me funcionó y pudimos seguir.

Decidimos seguir hasta el final marchando, quizás nos acomodamos un poco y esta actitud conservadora con el tiempo se nos volvió en contra. Físicamente pudo ser acertada pero se nos hicieron muy largos mentalmente ya que tardamos mucho y cada vez teníamos mas ganas de terminar y menor ganas de seguir andando. Llevamos un ritmo fijo marcado que conseguimos mantener dándonos ánimos entre los tres, cosa que disfruté enormemente.

Nos adelantaron 3 equipos pero nos daba igual, nuestra pelea era con la carrera y sólo queríamos terminarla bien. El gps de Paco nos daba una alegría cada diez minutos apróximadamente al hacer el sonido de haber completado otro kilómetro, uniéndose con los carteles que la organización había dispuesto cada 5 kilómetros. No sabíamos aún que uno de estos carteles sería el responsable de nuestro peor momento en la prueba.

En el último avituallamiento nos dijeron que faltaban 9,4kms, lo que cudraba con las medidas de nuestro gps, por lo que nos mentalizamos para ellos y nos pusimos a recorrerlos con lo poquito que nos quedaba en el cuerpo. Algo habíamos escuchado de que el recorrido medía en realidad 103kms y no los 100 anunciados, pero creíamos que los habían integrado en los carteles de cada 5kms estirándolos un poco, pero no fue así. En lo que nuestro gps nos indicaba que llegábamos a los 100kms entrábamos en un pueblo y empzábamos a celebrar el sentirnos finishers. No se escuchaba música y nor sorprendía, pero dimos por hecho que habíamos entrado por la otra punta del pueblo. Nos encontramos con un hombre con el que habíamos coincido en varios avituallamientos y nos dijo que nos quedarían unos 3kms.

Y ahí llego nuestro cabreo/frustración. Ibamos ya vacios de energía y nos tocaba hacer media hora más y cuesta arriba, y al mismo tiempo sabíamos que no quedaban mas narices que hacerlos. Nos cagamos en todo, dimos cuatro voces, se nos pasó por la cabeza mandarlo todo a la mierda o aunque fuera solo los bastones para desahogarnos, pero no fue así. Poco a poco recuperamos el control y empezamos a tirar.

Paco, que tiró del grupo del kilómetro 80 al 90 iba sufriendo algo más pero sin descolgarse y Alex, que empezó la carrera sufriendo, la acabó pletórico tirando del grupo casi que los últimos 15kms. Y yo iba entre los dos, deseando acabar. Siempre digo que los últimos kilómetros son gratis porque el subidón de saberte Finisher te da un plus de energía, pero en este caso no fue así y creo que fue por este problema con el kilometraje que me cabreo muchísimo. Eso y el pensamiento de que no iba a haber fisio a la llegada como así fue. Para mí el gran error de la organización. Después de 100kms que menos que un par de camillas para descargar un poco las piernas aunque sea sólo para poder conducir a gusto.

Llegamos a la meta a eso de las 4 de la mañana con un tiempo total de 19h. Al final la noche y el no correr en este último tramo nos han retrasado mucho, pero no nos importa ya que estamos ahí, cruzando la meta de una carrera por montaña de casi 110kms (contando los que nos perdimos) sin tener casi experiencia previa y sin conocernos entre nosotros. Orgullosos de como lo hemos hecho, del esfuerzo, de cómo hemos sabido sufrir y de representar al equipo de Where Is The Limit? y de colaborar con una causa como es la que justifica esta prueba.





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