jueves, 4 de mayo de 2017

Ironman Texas: Cuando te falla tu mejor arma.

Tres años después vuelvo a enfrentarme a la distancia Ironman: 3,8 kilómetros nadando, 180 en bici y 42,195 (maratón) corriendo. Fue la primera carrera de larga distancia que hice, la que me permitió saber si era capaz de enfrentarme a estas pruebas o no. Aquel día en el Ironcat tardé unas 12 horas y cuarto. Y lo disfruté, mucho.

Como siempre en mi caso, toda prueba comienza con un percance. En este caso María (BSE) aterrizó en Austin el jueves por la tarde para el viernes por la mañana salir rumbo a Houston, donde tiene lugar la carrera. Tras apretarnos una pizza como la tradición manda, nos pusimos a ver los horarios del día siguiente. Vimos el check-in de la bici pero no el del atleta por lo que revisamos las instrucciones y horarios previos. Y fue ahí cuando vimos, en mayúscula y subrayado, que el check-in del atleta solo podría hacerse miércoles y jueves. Miramos el reglamento y, en mayúscula y con asterisco, ponía que los participantes que no se presentaran al check-in no podrían tomar parte en la salida. Joder.....

Estoy muy acostumbrado a cagarla y arreglarlo, las he hecho muy gordas y siempre las he solucionado (desde irme a un duatlón y olvidarme la bici hasta presentarme a unas oposiciones en la ciudad que no es),todo esto es muy gracioso cuando lo cuentas después pero en el momento las pasas putas. Tengo claro que alguna vez no lo arreglaré y estaba convencido de que iba a ser esta.

Decidimos salir a las 4:00 de la mañana hacia Houston para estar allí los primeros y convencer a quien hiciera falta para que nos dejaran participar. María decía que seguro que me dejaba pero yo, con lo cuadriculados que son estos americanos a veces, no lo veía nada claro. La noche del jueves envié un mail contando la cantidad de problemas que me habían impedido llegar al check-in y la ilusión que me hacía participar, modo drama On. Finalmente fue mas sencillo de lo que me esperaba y me dieron cita para recoger el dorsal (que no el chip) a media tarde, de forma que me fue imposible asistir al briefing.

Una vez pasado el primer susto toca enterarse de como funcionan las transiciones. Hay 2000 participantes y está todo muy organizado, no tiene nada que ver con las pruebas a las que estoy acostumbrado de pocos participantes y todo muy personal, cosa que echo de menos. Preparando los avituallamientos me doy cuenta de que me he dejado la mitad en casa, por lo que decido tirar con lo que den en carrera, aunque no sea lo mas recomendable, nunca me ha dado problemas el estómago y siempre le he metido de todo en carrera.

Otra cosa que tampoco se recomienda es estrenar material el día de la prueba, pero me he comprado un pepino de neopreno y no puedo resistirme! jeje, todos somos humanos que diría mi madre. Todos los años tengo un presupuesto para mejorar material y parte de él ha ido al neopreno. Para hacerlo mas "sin sentido" aún, la organización dice que el agua no está lo suficientemente fría para usar los neoprenos, por lo que los que así lo decidamos empezaremos los últimos y perderemos la posibilidad de clasificar para el Mundial de Hawaii. Como ya dije en el Live, a mi me da lo mismo, yo ya estoy clasificado como Ultraman!! jajaja

Intento irme pronto a la cama pues la noche anterior no había dormido nada. Por la mañana me levanto, desayuno y repaso que lleve bien todo, no queremos mas cagadas. La bici quedó preparada el día anterior así que esta vez solo tengo que meterle aire a las ruedas y llenar los bidones. Mi estrategia de carrera es mala, malísima: nadar al 80% e ir a muerte en la bici. Luego ya veremos como me apaño en la maratón. Es mala pero divertida, y me apetece divertirme!

En la línea de salida una voluntaria me pregunta que donde llevo el chip y le digo que no lo llevo, que no me ha dado tiempo a recogerlo, me hizo mucha gracia su cara de susto mientras me preguntaba "¿Pero y tus tiempos?" y yo le respondía "Me dan igual" jeje. Quería hacer menos de 11h30 y con saber la hora de salida y la de llegada me valía, el otro dato que me interesaba era la velocidad media en la bici, mi motivación era conseguir un 32km/h. Y en ese momento apareció María con el chip,jeje.En la foto podéis ver mi estrés pre carrera.

Se dió la salida y efectivamente salí con los últimos. Hacía muchísimo que no nadaba con tanta gente y se me había olvidado la cantidad de contacto que hay. Me lo pasé muy bien adelantando gente, al principio demasiada pues entre el neopreno y que estaba en la cola prácticamente iba doble de rápido, por lo que me abrí por fuera para no tener que ir esquivando. Me llevé patadas y manotazos, de los que yo también di alguno, aunque más bien empujones para quitármelos de en medio y poder pasar. Si nunca has nadado en un pelotón de estos es toda una experiencia!!

El tramo final de agua fue asqueroso, por un canal que no sé yo lo sano que sería nada por ahí. El agua tenía tierra y unos olores que...en fin. La transición me la tomé con calma, bebiendo y hablando. Luego María me dijo que tardé 11 minutos y he a posteriori he pensado que es demasiada calma, si quiero bajar tiempo no puedo perder 11 minutos en una transición y, ya os lo adelanto, 13 en la segunda. La próxima no puedo tomármelo con esa parsimonia!

Empecé la bici concentrado, aquí mi objetivo era regularme bien para mantener un esfuerzo constante que me permitiera llegar a los 180kms con un buen resultado. Me preocupaba también las penalizaciones, en cuaquier otra carrera es fácil mantener las distancias pero aquí con tanta gente me parecía mas complicado. Nunca me han penalizado y quiero mantenerlo así. Mi ritmo era bueno, llegué al km.50 a una media de 32km/h. El viento era medio/fuerte y en diagonal por lo que molestaba pero no empujaba ni frenaba excesivamente. Me vi fuerte y subí el ritmo. Pasé por el km.90 con un 33,4km/h de media y seguía subiendo. Perseguía una P5X (15.000$ de bici) ya con la media en 34km/h cuando el viento giró y aumentó su fuerza: viento de cara para los 50kms finales. No podía pasar de 30km/h, incluso a veces miraba y veia un 26 o 25 y me iba cabreando, veía como bajaba la media y como por mas que apretaba no conseguía mantenerla y es que el viento es un auténtico torturador: si quieres ir rápido no te deja y si dices "pues voy mas despacio y no me canso tanto" te deja parado.

Poco a poco vi como mi media cayó hasta 32km/h, momento en que dejé de mirarla y desde entonces no la he comprobado. Veía como se me iba el objetivo de la velocidad y me cabreaba. Al final llegué mas rebotado que cansado a la segunda transición. Tocaba bajarse a correr. Como ya he dicho me volví a tomar la transición con calma y empecé a correr. Iba cansado pero quería ver hasta donde llegaba sin andar en la maratón. Me la fraccioné en mi cabeza en tramos de 5kms y empecé con el trote, el ritmo era bueno, por debajo de 6'km pero algo me concomía, aún no sabía lo que era. No encontraba referencias entre los participantes, había tanta gente que no tenía localizado a nadie para inventarme una historieta, el circuito era monótono...pero sobre todo mis cálculos no me gustaban.

En el km.15 me paré por primera vez y algunas dudas asaltaron mi cabeza, las controlé lo que pude pero llego un punto en que me superaron. No había conseguido hacer la media que quería en la bici...no iba a bajar de 11h30...ya sabía que era capaz de terminar y en mi cabeza retumbaba... ¿Para que cojones vas a hacerlo entonces? No encontraba motivación, echaba a correr pero mi cabeza me la jugaba, me decía "¿qué mas te da 12 que 14 horas? ¡No corras!"  y la faena de tener una mente fuerte es que todo lo que te ayuda cuando la controlas te putea cuando no y en ese momento llego a hacerme pensar que para que hacía estas tonterías, que a ver si acababa ya y me dejaba de carreritas y mierdas.

Recuerdo que vi a María en el km.28 y quería llorar, no me veía con fuerzas, era una sensación rara por qué aunque tenía claro que iba a seguir y terminar, no veía el motivo para hacerlo. ¡Por primera vez estaba sufriendo! Me acompañó unos metros y me dijo que me esperaba en el 38 para darme la bandera. Una vez que volví a verme solo poco a poco retomé el control, me concentré en comer y beber en cada avituallamiento y en dar las gracias a los voluntarios y al público que me había animado en cada una de las tres vueltas. Parece una tontería pero con la barba me reconocían en cada paso y algunos me cantaban los de "Fear the beard!". Para mantenerme corriendo esperaba a ver alguien con un ritmo "cómodo" y me ponía inmediatamente detrás suyo y durante los dos kilómetros hasta el siguiente avituallamiento para mí solo existían esas dos zapatillas y pasara lo que me pasara o me dijera mi mente lo que me dijera de ellas no me separaría.

Entre esa estrategia y ver la meta cada vez mas cerca me fui rehaciendo. Es increíble el poder de la mente, tanto para bien como para mal. En otras ocasiones me ha llevado en volandas haciéndome fácil lo difícil, sin embargo hoy que la tenía cruzada me era prácticamente imposible echar a correr cada vez que lo intentaba, todo por que a ella no le daba la gana! Lo que siempre digo, el cuerpo humano es una máquina brutal!!

Finalmente vi la meta, esta vez si que lloré pero un kilómetro antes, es la leche esa sensación, no sé si es felicidad o qué exactamente pero cada vez que me recorre el cuerpo me encanta! Al final no conseguí bajar de 11h30 ni la media de la bici, pero ese momento de crucar la meta con mi bandera de España pensando en mi gente (muchos de esa gente vosotros que lo estáis leyendo) merece la pena por sí solo!!

Ahora habrá que tatuarselo, jeje

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